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martes, 26 de agosto de 2014

Magia Blanca y Magia Negra – Un modo de pensar inherente al ser humano




La práctica de la magia se remonta a los comienzos de la humanidad, cuando los fenómenos naturales eran entendidos como una expresión de la voluntad de los dioses y la lógica para explicarlos era más poética que racional. Sin embargo, hoy, cuando el conocimiento científico está más presente que nunca, se ha dado también un resurgimiento de las prácticas y de las creencias mágicas.

La magia pretende lograr efectos físicos con una aplicación literal de las principales herramientas de formación de figuras poéticas: la semejanza entre dos elementos –la metáfora- y la identificación entre causa y efecto o del poseedor con la cosa poseída –metonimia y sinécdoque-. En palabras del antropólogo inglés James George Frazer (1854-1941), la primera invoca el principio de que “todo parecido llama a su parecido”; la segunda es que “dos cosas que han estado en contacto en cierto momento continúan actuando la una sobre la otra, aunque este contacto hubiera cesado. Llamaremos al primer principio Ley de la Semejanza –Magia Homeopática o Imitativa-y al segundo, Ley del Contacto o del Contagio –Magia Contagiosa-“.

La magia imitativa se basa en procesos como invocar la lluvia realizando una danza que imita los sonidos de los truenos o las agujas que se clavan en un muñeco que representa a la persona que se quiere dañar –por ejemplo, por tener el mismo color de pelo o de piel-; la magia contagiosa intentaría influir sobre una persona manipulando sus cabellos o una fotografía. La teoría de Frazer aseguraba también haber detectado un patrón general en la evolución de los modos de pensamiento, que irían siempre de lo mágico a lo
religioso y desembocarían en lo científico. Este planteamiento ha sido descartado por la antropología moderna, pero sí ha sido bastante aceptada su distinción entre magia y religión: la magia intenta controlar los acontecimientos mediante técnicas basadas en un razonamiento defectuoso; la religión es una petición de ayuda a principios espirituales. El sociólogo Émile Durkheim (1858-1917) distinguía mucho más pragmáticamente entre ambas diciendo que el religioso tiene una congregación, mientras que el mago tiene una clientela.

El pensamiento mágico parece inherente al ser humano: aunque no ha podido ser demostrado, los investigadores han interpretado muchas pinturas rupestres no sólo como adornos, sino como invocaciones. De Mesopotamia y Egipto nos han llegado documentos que describen el uso de palabras mágicas que debían proteger del poder de brujas y magos, además de solicitar ayuda a los
dioses, al fuego o a los muertos –necromancia-.

Lo que actualmente conocemos como la muñeca de vudú apareció ya en Egipto en el siglo XII a. de C. y su uso se extendió hasta Grecia y Roma –donde las muñecas se llaman imaguncula-. También en Roma tuvieron especial importancia las invocaciones para asegurarse la victoria en los negocios, los amores, los juegos e, incluso, la oratoria. La Europa medieval fue muy dada a la magia, y la Iglesia se sintió amenazada cuando la práctica dejó de estar restringida a las clases inferiores –especialmente, en Italia y en España-.

Aunque no seamos conscientes, en el lenguaje cotidiano persisten muchas expresiones de origen antiguo que tenían como objetivo invocar la protección sobrenatural: el decir “salud” después de un estornudo era, en su origen, un sortilegio para evitar que el demonio aprovechara la oportunidad y entrara en el cuerpo por la nariz; cada vez que nos despedimos diciendo “adiós” estamos empleando la fórmula resumida de “a Dios encomiendo tu espíritu”.

Por otro lado, la palabra “amuleto” deriva del árabe himalat (“cosa llevada”). Los amuletos siguen siendo ampliamente utilizados en todas las sociedades: trozos de pelo, medicinas, medallones o símbolos religiosos como crucifijos o iconos budistas. Entre los hebreos, es común portar una mezuza que lleva escrito el nombre de Jehovah. Los amuletos pueden ser específicamente diseñados como protección contra el mal de ojo, la prisión, la pérdida de la propiedad u otros desastres. Por ejemplo, solía decirse que la figura de un escorpión cubierta de los símbolos apropiados protegía contra las pesadillas inducidas por íncubos y súcubos. Las brujas romanas preparaban amuletos contra enfermedades concretas y, en la mitología hindú, hay una piedra considerada de poderes ilimitados: la salagrama, que confería la invulnerabilidad a quien la llevara.

En 1320, una bula papal clasificó como herejías la brujería y la magia, la cual se practicaba principalmente en la forma de misa negra, parodia demoníaca de la misa cristiana y que incluía el uso de las sagradas escrituras con fines diabólicos. Pero había otra práctica, considerada como buena o blanca, inserta en la tradición hermética y atribuida al rey Salomón: consiste, básicamente, en invocar a los ángeles buenos.

La magia negra o geocia es el arte de comerciar con los demonios y servirse de su poder. Los
practicantes de esta modalidad, en la mayoría de los casos adeptos también de la alquimia, podían adquirir su conocimiento por un pacto con el diablo –como en la leyenda de Fausto- pero esto no era sentido como una amenaza mientras se mantuvieran dentro de la tradición cristiana y sus actividades no pudieran ser tachadas de asociales. La utilización de muñecos y agujas reapareció en el siglo XVI en el tratado de Baptista Porta Magiae naturalis (1558), en donde defendía el aspecto mágico de éstas; decía Porta que si dos agujas eran fabricadas partiendo del mismo pedazo de hierro, después magnetizadas y luego colocadas sobre un soporte móvil, una apuntaría siempre en dirección de la otra sin importar la distancia entre ellas –idea que mereció el aplauso del cardenal Richelieu-.

Una de las grandes paradojas del mundo actual es que, a medida que el conocimiento científico va siendo cada vez más extenso y complejo, existe un resurgir del pensamiento irracional y mágico –lo cual ha despertado el interés de la antropología, de la psicología y de la sociología-. Los miembros de la sociedad occidental moderna pueden caer en el pensamiento mágico por varias razones: algunos pertenecen a subculturas que defienden este tipo de pensamiento, como el movimiento Nueva Era; otros, sencillamente, no conocen la explicación convencional de determinado fenómeno e inventan explicaciones mágicas –como quien atribuye a un principio espiritual el funcionamiento de una brújula-. Pero aparece también con mucha frecuencia en enfermedades mentales como la esquizofrenia: un ejemplo clásico es el de un paciente que observó que el Sol salía cada mañana después de que abriera las persianas; su conclusión fue que su operación era un ritual con el que controlaba el movimiento del Sol.

En la actualidad, entre los adeptos persiste la distinción entre magia blanca y negra: en la primera, se
incluyen todas las técnicas que intentan favorecer un acontecimiento o protegerse de otros –uso de velas, amuletos, rituales de purificación, invocación de espíritus o ángeles… ; la magia negra persiste en el satanismo o magia satánica, en donde el demonio reemplaza a Cristo y los demonios, a los ángeles: sus intenciones oscilan desde la obtención de poder hasta intentar causar enfermedades a los enemigos.

Los rituales mágicos modernos no han variado mucho y, en especial, destaca la pervivencia del recitado de palabras mágicas o sortilegios. Suelen ser términos arcaicos o esotéricos y, puesto que en muchas sociedades se utiliza junto a éstas el nombre de las personas a quienes se quiere dañar, es
frecuente que alguien tenga dos nombres: el cotidiano que todo el mundo conoce y el secreto o real que el individuo guardará celosamente. Esta estrategia se extiende a los dioses o espíritus, que tienen también un nombre secreto que sólo los iniciados conocen.

Aunque el fin principal es conseguir efectos concretos, la magia tiene también una función de cohesión y expresión del grupo: un ritual propiciatorio suele poner en juego la estructura jerárquica del grupo, integra al individuo en esa jerarquía y sirve de recordatorio de la escala de valores del grupo.

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