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martes, 20 de enero de 2015

¿Pueden los pulsos electromagnéticos destruir los aparatos electrónicos?




Depende de la fuente del pulso. Los pulsos electromagnéticos (PEM) suficientemente potentes como para preocuparnos proceden de dos fuentes: los emitidos por el Sol, y los generados por una bomba nuclear u otro dispositivo nuclear.

La primera fuente, especialmente las eyecciones de masa coronal, no presenta problemas. Pero una cantidad ingente de eyecciones podría dar al traste con la red eléctrica. Las líneas eléctricas transmiten la electricidad en corriente alterna, pero un pulso generado por una eyección podría introducir directamente la corriente en el sistema. Ello provocaría un recalentamiento de los transformadores, que funcionarían de forma defectuosa o se colapsarían. Pese a los numerosos dispositivos de seguridad incorporados a la red, los transformadores afectados podrían inutilizar grandes segmentos de la misma. La única forma de volver a ponerla en funcionamiento sería sustituir los componentes defectuosos. Pero, aunque las eyecciones han dejado fuera de combate a más de un satélite, nuestra atmósfera refleja gran parte de la energía, y la radiación que nos llega es demasiado difusa para destruir los aparatos electrónicos.

Un PEM generado por el hombre puede ser una amenaza más grave. Si uno de ellos se produce en el vecindario, hay un riesgo muy probable de que el pulso introduzca un voltaje extra en los componentes del circuito, quemándolos sin remedio.

El mejor modo de proteger tus aparatos electrónicos es almacenarlos en una jaula de Fraday: un cubo de metales interconectados, preferiblemente cobre y acero de 6 mm de espesor, que pueden actuar como un escudo electromagnético. Al igual que un pararrayos, el cobre atrae a la electricidad, mientras que el acero absorbe los pulsos magnéticos. Una jaula suficientemente grande para albergar todos tus dispositivos favoritos –el teléfono móvil, la televisión, el ordenador, etc.- puede costar unos 15.000 euros. Un pulso electromagnético también podría inutilizar la red eléctrica, así que quizá necesitarás una segunda jaula para proteger también el generador.

Por supuesto, si una bomba nuclear estalla en las cercanías, probablemente habrá cosas más importantes de que preocuparse.

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